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Inflación y depreciación afectan remesas de LA


La inflación y la depreciación del dólar afectaron al valor de las remesas latinoamericanas, que se mantuvieron estables en 2010 en 58.800 millones de dólares, indicó ayer el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En 2009, la cifra fue de 58.900 millones de dólares, por debajo del récord de 2008 cuando Latinoamérica y el Caribe recibieron 69.200 millones de dólares, lo que muestra el lento proceso de recuperación económica tras la crisis. En su informe anual divulgado ayer por el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), organismo dependiente del BID, México se mantiene como principal receptor de remesas en la región con 21.271 millones de dólares, una cifra ligeramente superior a los 21.132 de 2009. A continuación se sitúan Guatemala, con 4.127 millones de dólares, frente a los 3.912 de 2009; Brasil, 4.044 millones; Colombia, 4.023; y El Salvador, con 3.540 millones de dólares, frente a 3.465. Las grandes variaciones se han producido en Haití, que en 2010 vio dispararse el envío de remesas un 20%.
Prevén pérdidas en Japón serán las más costosas causadas por sismo
NUEVA YORK. Se prevé que el costo financiero para el Gobierno japonés, las empresas y las personas sea enorme. Varios expertos, advirtiendo que sus estimaciones eran preliminares, realizaron el domingo cálculos estimativos sobre el costo económico del desastre.
Las pérdidas derivadas por el terremoto, el tsunami y los incendios totalizarán como mínimo US$100,000 millones, incluidos los 20,000 millones en daños a residencias y US$40,000 millones en daños a infraestructura, como son carreteras, vías férreas y puertos, estimó la firma Eqecat, una compañía especializada en el cálculo de riesgos ante catástrofes.
AIR Worldwide, por su parte, estimó que las pérdidas cubiertas por aseguradoras (sólo por el terremoto) pueden oscilar entre US$15,000 millones y US$35,000 millones.
No calculó las pérdidas derivadas del tsunami u otros daños ocasionados por la central nuclear de Daiichi, en la prefectura de Fukushima, en el noreste de Japón.
De acuerdo con AIR, el número de empresas y propietarios de vivienda con seguro contra terremoto es relativamente bajo en Japón, entre el 14 y 17 por ciento. En consecuencia, el costo financiero total de la catástrofe puede ser mucho mayor que el estimado por las pérdidas cubiertas por aseguradoras.
En el terremoto de Kobe en 1995, el más costoso de la historia, las pérdidas totales ascendieron a US$100,000 millones, pero las pérdidas cubiertas por aseguradoras sólo llegaron a los US$3,000 millones, de acuerdo con el Insurance Information Institute.
En comparación, el terremoto de 1994 en Northridge, California, al noroeste de Los Ángeles, sumó la mayor cifra de pérdidas cubiertas por aseguradoras, de US$15,300 millones.
Ello equivale, en dólares actuales ajustados a la inflación, a US$22,700 millones.
Cuba devalúa peso
El Banco Central de Cuba devaluó su peso convertible (CUC) en un 8 por ciento, en un movimiento destinado a captar más divisas y estimular las exportaciones. El peso convertible se mantenía desde el 2005 valorado en 1,08 dólares, pero tras la resolución de la autoridad monetaria queda ahora nivelado frente al dólar en una paridad uno a uno.
"Esta decisión significa un paso discreto dirigido a propiciar una mejoría en el balance de divisas del país (...), favorecerá el establecimiento de condiciones más propicias en nuestras relaciones financieras externas", dijo el Banco Central. La nueva tasa de cambio beneficiará a los turistas extranjeros y a los cubanos que reciben remesas del exterior.
Se necesitan nuevos modelos económicos en mundo incierto
Las palabras más importantes en economía son también las mismas palabras que la condenan al fracaso, ceteris paribus, o “todas las demás cosas iguales”. Asumir que todo lo demás es igual y que se puede crear un modelo decente. Los físicos y químicos hacen esto con sus experimentos controlados. Los economistas no pueden hacer eso.
Su trabajo adolece de errores y fallos humanos. Y como es lamentablemente claro en el presente, la economía también es vulnerable a las fuerzas de la naturaleza. Ningún modelo económico podría predecir el peor terremoto ocurrido en más de un siglo. En ese caso, los mercados deben ajustarse al tiempo real, recargados de confusión y de información deficiente. Los giros del yen son sólo un ejemplo. Los economistas pueden todavía crear modelos, pero inevitablemente ellos son imperfectos.
Los laicos pueden pensar que esto no viene al caso cuando confrontan una tragedia de tal magnitud. Pero es importante. El mundo capitalista radica en los mercados y bancos. El debate sobre cómo re-regularlos para evitar otra crisis financiera es urgente y no puede concluir sin resolverse el problema filosófico de que la mayoría de las más suposiciones básicas de la economía son imperfectas.
El debate ya estaba en marcha antes de la crisis. Los modelos eficientes mantuvieron que los mercados siempre incorporaran toda información conocida en los precios de las acciones. Eso es demostrado con los elegantes modelos matemáticos, en los cuales las palabras “ceteris paribus” necesariamente se repiten frecuentemente. La idea es a menudo injustamente parodiada. Por supuesto los mercados a menudo son ineficientes, pero ellos notablemente son eficientes la mayor parte del tiempo. Nadie todavía ha llegado con una forma más eficaz de asignar capital que el mercado.

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